miércoles, 10 de abril de 2013

RETROSPECTIVA VIÑAROCK II


Retrospectiva Viñarock II: Consolidación y globalización (1999-2001)


El Auditorio Municipal acogía por primera vez el festival en su cuarta edición allá por 1999. Con ello se triplicaba la superficie destinada al evento, se preparaba un recinto pensado específicamente para el mismo y se daba cabida a la creciente cantidad de asistentes. Además, el festival crecía también dentro de los escenarios: ya no sólo grupos españoles actuaban, sino que la apertura al mercado europeo y latinoamericano supuso la llegada de nuevos grupos. Esta apertura la lideró la banda argentina A.N.I.M.A.L. en esta edición, en la que no faltaron grupos como Los Planetas, Sexy Sadie, Albert Plá, Ilegales o Narco.
El último salto pendiente para crear el festival reconocido nacionalmente hasta hoy llegó con el nuevo milenio. Cinco escenarios recibieron a los asistentes al evento en el que sería hasta entonces el festival más grande en superficie celebrado en España, manteniendo la duración y la fiesta presentación. Los nuevos espacios servirían para dar cabida a nuevos talentos, para abrir Castilla-La Mancha musicalmente y crear una oportunidad para nuevos grupos.
Muchos grupos tuvieron su primera gran oportunidad en un festival de la mano de la cita roblense: Estopa, Pereza, Sober, SFDK o Marea pisaron sus escenarios cuando nadie les conocía, mientras que míticos del rock nacional como Burning, Loquillo o Barón Rojo repletaban un cartel que por primera vez creaba un espacio para la música rap y el mestizaje. No era fácil cuadrar un festival que tenía que dar cabida a 49 grupos distintos en un solo día.
Exhibiciones de grafitis, dj’s, y un camping que vivía una noche de fiesta hacían que el fenómeno se extendiera ya no sólo musicalmente sino cultural y socialmente, con gente viajando ya exclusivamente para dormir en el camping sin ver ningún concierto. Y Villarrobledo tampoco perdería la oportunidad de hacer caja con semejante idea.
Aunque lidiar con semejante festival ya no era tarea fácil, la idea de dar cabida a tantas propuestas fue un rotundo éxito. 2001 sirvió como consolidación de la idea así como de crecimiento de la misma. Se iniciaba la edición con la final de jóvenes talentos de Castilla-La Mancha, en una nueva apuesta por los artistas noveles, dejando el sábado para los artistas consolidados como Ska-P, Reincidentes, Obús, Ñu o Saratoga, mientras que el escenario en aquel entonces llamado Sol Música acogía nuevos talentos nacionales.
Sería el último año con una fiesta de presentación como tal para pasar a desarrollar el festival en sí en varios días en el futuro, llegando a los cuatro días que ocupará en la edición de 2013. Era una época en la que no faltaban patrocinadores, para los grupos ya se había convertido en un honor poder actuar en semejante escenario y Villarrobledo ya estaba totalmente consolidado en el panorama nacional. El merchandising también empezó a aflorar alrededor del festival, en unas ediciones en las que se vendía el disco del festival mientras los grupos tocaban en vivo y no faltaban otros clásicos elementos del evento como el tradicional partido de fútbol de artistas contra público.
El ViñaRock ya marchaba a toda maquina.

Firma: Javier Robla

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