Retrospectiva Viñarock II: Consolidación y
globalización (1999-2001)
El Auditorio Municipal acogía por primera vez el festival en
su cuarta edición allá por 1999. Con ello se triplicaba la superficie destinada
al evento, se preparaba un recinto pensado específicamente para el mismo y se
daba cabida a la creciente cantidad de asistentes. Además, el festival crecía
también dentro de los escenarios: ya no sólo grupos españoles actuaban, sino
que la apertura al mercado europeo y latinoamericano supuso la llegada de nuevos
grupos. Esta apertura la lideró la banda argentina A.N.I.M.A.L. en esta
edición, en la que no faltaron grupos como Los Planetas, Sexy Sadie, Albert
Plá, Ilegales o Narco.
El último salto pendiente para crear el festival reconocido
nacionalmente hasta hoy llegó con el nuevo milenio. Cinco escenarios recibieron
a los asistentes al evento en el que sería hasta entonces el festival más
grande en superficie celebrado en España, manteniendo la duración y la fiesta
presentación. Los nuevos espacios servirían para dar cabida a nuevos talentos,
para abrir Castilla-La Mancha musicalmente y crear una oportunidad para nuevos
grupos.
Muchos grupos tuvieron su primera gran oportunidad en un
festival de la mano de la cita roblense: Estopa, Pereza, Sober, SFDK o Marea
pisaron sus escenarios cuando nadie les conocía, mientras que míticos del rock
nacional como Burning, Loquillo o Barón Rojo repletaban un cartel que por
primera vez creaba un espacio para la música rap y el mestizaje. No era fácil
cuadrar un festival que tenía que dar cabida a 49 grupos distintos en un solo
día.
Exhibiciones de grafitis, dj’s, y un camping que vivía una
noche de fiesta hacían que el fenómeno se extendiera ya no sólo musicalmente
sino cultural y socialmente, con gente viajando ya exclusivamente para dormir
en el camping sin ver ningún concierto. Y Villarrobledo tampoco perdería la
oportunidad de hacer caja con semejante idea.
Aunque lidiar con semejante festival ya no era tarea fácil,
la idea de dar cabida a tantas propuestas fue un rotundo éxito. 2001 sirvió
como consolidación de la idea así como de crecimiento de la misma. Se iniciaba
la edición con la final de jóvenes talentos de Castilla-La Mancha, en una nueva
apuesta por los artistas noveles, dejando el sábado para los artistas
consolidados como Ska-P, Reincidentes, Obús, Ñu o Saratoga, mientras que el
escenario en aquel entonces llamado Sol Música acogía nuevos talentos
nacionales.
Sería el último año con una fiesta de presentación como tal
para pasar a desarrollar el festival en sí en varios días en el futuro,
llegando a los cuatro días que ocupará en la edición de 2013. Era una época en
la que no faltaban patrocinadores, para los grupos ya se había convertido en un
honor poder actuar en semejante escenario y Villarrobledo ya estaba totalmente
consolidado en el panorama nacional. El merchandising también empezó a aflorar
alrededor del festival, en unas ediciones en las que se vendía el disco del
festival mientras los grupos tocaban en vivo y no faltaban otros clásicos elementos
del evento como el tradicional partido de fútbol de artistas contra público.
El ViñaRock ya marchaba a toda maquina.
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